GTA San Andreas – Misión 83: The Meat Business – HQ

The Meat Business es la segunda y última misión en la que Ken Rosenberg es el «jefe». Cutscene Al llegar le veremos de nuevo con sus problemas, pero con el «estado mental apropiado», es decir, colocado. Nos pedirá que vayamos con él al matadero para ver a Johnny Sindacco, y eso le produce un frío en la barriga a CJ… pero él lo lleva hasta allí. Misión En la puerta, CJ dice que le esperará allí, pero Rosenberg se niega a entrar sin él porque tiene miedo de los matones Sindacco, y CJ se verá obligado a entrar. Allí, Johnny aparece para hablar con él, Carl intenta esconderse detrás de Ken pero éste le presenta a Carl, lo que hace que tenga un ataque en el corazón y muere a los pies de CJ. Los matones reaccionan, tiran un Cóctel Molotov al pasillo y desenfundan sus armas. Tenemos que escondernos en un lado del pasillo y eliminar a todos los matones que vengan a por nosotros, hasta que Rosie se ponga a apagar las llamas con un extintor. No debemos acercarnos a Rosie en este momento porque CJ se quedará parado por oler el gas y será un blanco fácil. Luego tenemos que estar lejos de Ken y disparar a todos los enemigos protegiendo a él para que no muera. Al matar todos de los grandes salones, buscar chalecos y corazones para mantenerse vivo y seguir hasta la habitacion indicada matando a todos los que se interpongan en el camino para sobrevivir y sacar a Ken con vida de ahí. Al salir montaremos en un coche con Rosenberg, y debemos ir rápidamente al Casino Calígula para que

Madrileños por el Mundo - Roma

Roma es quizá la ciudad del mundo más monumental y por eso no puede faltar la visita a los grandes escenarios: El Coliseo (que visitan al año más de 6 millones de personas), el Foro (que en su tiempo era el centro del mundo), El Circo Máximo (con un aforo de 300.000 personas), la Boca de la Verdad, El Panteón, La Fontana de Trevi, Plaza de España, San Pedro… Y podríamos seguir así hasta agotarnos. Pero además de los más conocido de la ‘ciudad eterna’, los madrileños que nos hemos encontrado nos muestran rincones menos conocidos de sus siete colinas y barrios como el multicultural Termini o el Campidoglio, además de lugares cercanos como Ciampino, Castel Gandolfo u Ostia Lido, la playa de Roma. Estos madrileños han tenido tiempo para conocer más de cerca el carácter de los romanos, ‘expontáneos y espabilados’, muy parecido al nuestro. También conocemos la realidad en la calle que, como no podía ser de otra manera, se llena de manifestaciones por los recortes sobre todo en sanidad. Los servicios sociales allí, según nos cuentan, dejan mucho que desear. Conocemos historias no muy conocidas como la de los más de 2.000 judíos romanos deportados a la Alemania nazi. No se puede conocer del todo bien Roma si no te subes a un coche y vives en propias carnes el tráfico caótico de la ciudad. Y para quitarse el susto del cuerpo, nada mejor que comer algo, por ejemplo una pizza, pero cuidado que si no quieres parecer un guiri, nunca has de pedirla para comer al mediodía.